La historia se repite. No basta con jugar bien. Universitario no pudo sumar unidades fuera de casa anoche, frente a Blooming, a pesar de que empataba a un gol hasta el minuto 87. Un descuido en una jugada con balón parado permitió que el local marcara el gol del triunfo (2-1), en el estadio Tahuichi Aguilera.
Cuando parecía sellado el 1-1 entre Blooming y Universitario, el brasileño Luiz Carlo Vieira bajó un balón en el área visitante, algunos reclamaron que fue con la mano, y con un toque suave anotó el gol de la victoria para la academia.Blooming terminó siendo presa de su propio nerviosismo, carente de puntería en el ataque, y Universitario sacó provecho de esa presión. Las constantes imprecisiones, por las malas entregas o falta de efectividad de sus delanteros, fueron colmando la paciencia del hincha. Parecía un partido accesible, por la manera como se mostró Blooming al inicio, con un juego rápido y punzante, y más aún con un penal que el árbitro cobró en el minuto 9, tras una mano de Aguirre. Sin embargo, Castillo se puso al frente de la pelota y remató desviado; desde ese instante la hinchada comenzó a presionar y a pedir goles. Fue cuando apareció Lorgio Álvarez (m. 19) para abrir el marcador con un tiro cruzado ante la salida desesperada de Lampe.
Pese a ir en ventaja, Blooming no lograba convencer, menos agradar. Mojica y Castillo, dos ex orientistas, estuvieron siempre en la mira; cada mala entrega o pelota perdida era una rechifla que bajaba desde preferencia. Universitario llegó muy poco en el primer tiempo como para aspirar al empate.
Tras el descanso el partido estuvo más movido, con el equipo chuquisaqueño más lanzado al ataque. De entrada el técnico mandó a Axel Bejarano para que se proyectara por la derecha y a Leonardo Morales, por la izquierda. Hasta que la visita tuvo su premio mediante Horacio Fernández, en el minuto 60, tras una serie de rebotes en el área de Blooming. Empero, la “U” dejaba algunas licencias en la marcación, pero Lampe fue el que salvó al capitalino en varias ocasiones.
La noche se le venía encima al equipo de Aragonés. Pasaban los minutos y no llegaba el gol tranquilizador, hasta que Vieira apareció sin marca y la punteó. Blooming volvía a la vida con ese segundo gol, a sólo tres minutos del final. Lo que adicionó después el árbitro no fue suficiente para que Universitario intentara buscar el empate porque el final estaba prácticamente encima.
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